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Verde, narcótica y deliciosamente irreverente. Mary-Jane Eau de Parfum es una invitación a romper las reglas, un tributo olfativo a los placeres prohibidos y a los estados alterados de conciencia. Esta fragancia herbácea y sensual no busca complacer: busca provocar, relajar y elevar.
Desde su apertura, Mary-Jane estalla con notas verdes y resinosas, evocando el frescor terroso de una planta recién cortada. En el corazón, matices florales envolventes se mezclan con un acorde ahumado y especiado que crea una atmósfera cálida y psicotrópica. El fondo, con maderas suaves, almizcle y un susurro de vainilla, deja una estela hipnótica, íntima y profundamente adictiva.
Más que un perfume, Mary-Jane es una experiencia sensorial expansiva. Una fragancia para quienes no siguen caminos rectos, sino los que se dejan llevar por el instinto y el placer. Porque hay aromas que se huelen... y otros que se sienten en todo el cuerpo.
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