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Inspirado en la figura sublime de Anna Pavlova, The Swan se alza como un homenaje a la transformación artística, donde la gracia del cuerpo se convierte en legado eterno. Esta fragancia invita a habitar el instante suspendido entre el movimiento y la quietud, con un porte elegante y distintivo.
La apertura despliega un destello ligero y vibrante, como el primer alzar del telón, que conduce a un corazón cálido y dorado, pleno de textura y presencia.
Finalmente, la composición se asienta en un fondo noble, amaderado y envolvente, que perdura con presencia contenida pero magnética.
Fiel al ethos de Botanicae, esta creación encarna una perfumería artística, pensada para acompañar la identidad de quien la porta con refinamiento y sutileza. Cada fase revela un cuidado meticuloso en la materia prima y en su interpretación.
The Swan no es solo una fragancia, es una firma olfativa —para quien busca expresar presencia, elegancia y una esencia que permanece más allá del instante.
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