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Perteneciente a la Original Collection de Clive Christian el suculento perfume 1872 Feminine fue lanzado en el mismo año de su nombre. La perfumería Crown se fundó en el año 1872, fue cuando la Reina Victoria autorizó el uso de la imagen de su corona en el diseño de sus frascos, lo que afianzó la popularidad de la marca entre la clase dirigente británica. Una fragancia con notas cítricas combinadas con frescas acordes florales y frutales que contiene un 20% de concentración de perfume.
Un perfume bastante antiguo y con gran repertorio en las colecciones de Clive Christian que abre con bergamota, limón de Amalfi (lima de Amalfi), romero, naranja tangerina, piña y moras azules para envolverse elegantemente con un corazón impregnado de acordes exquisitos de lirio de los valles (muguete), violeta, osmanto (olivo oloroso), fresia, rosa, jazmín y orquídea que finaliza con notas de fondo de musgo de roble, cedro de Virginia, almizcle, sándalo, madera de gaiac y pachulí. Una hermosa sensación fresca y familiar para quien la lleva y quien la percibe.
Un embriagador elixir encerrado en el fondo de un envase verde de vidrio bastante único y con un complejo diseño Chinoiserie que transmite una inigualable singularidad gracias a sus colores, perfectas líneas, marcados relieves y una tapa en forma de corona de color dorado que transmite la elegancia y delicadeza de su público, hace memoria a los inicios de la marca y como si fuera poco su aroma se prolonga por mucho más tiempo en tu piel y su frasco podrá ayudar a completar la decoración de cualquier lugar en donde lo sitúes.
Clive Christian Perfume es una perfumería británica independiente líder en el mercado, cuyo objetivo es crear los mejores perfumes del mundo. La predecesora de la marca, la Crown Perfumery Company, fundada en 1872, es la única casa que ha obtenido permiso para utilizar la corona de la reina Victoria en sus frascos. Una imagen que define cada frasco de perfume Clive Christian hasta el día de hoy.
En el año 1999 Clive Christian adquirió la perfumería Crown en Londres que obtuvo su nombre gracias a la Reina Victoria, usando de igual manera su nombre y su corona como símbolo de calidad y excelencia. La formulación clásica de Clive Christian le ayudó a crear un nuevo nivel en la alta perfumería, por esto era la favorita de la reina y que nace de necesidad de las damas de la sociedad victoriana de utilizar aromas revitalizantes que les permitieran aguantar los corsets y ropajes utilizados en la época. Inicialmente, se usaban sales de amoníaco, que olían muy mal, y fue precisamente el hijo de un fabricante de corsets quien tuvo la idea de crear una fragancia revitalizante, pero que oliese bien, lo que trajo como resultado un éxito instantáneo.
Debido al posicionamiento en la corte por parte de la Reina, esta empresa tuvo acceso a todas las rutas comerciales con los perfumes, permitiéndole utilizar los ingredientes naturales más extraños, puros y costosos que se podían usar en perfumería. Las primeras creaciones de esta casa de perfumes se vendían a bordo del Titanic.
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