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Un producto que causará sensaciones inigualables en cada uso es la crema corporal de la reconocida marca Frederic Malle. Es un tratamiento para tu piel que se funde y la hidrata profundamente mientras la deja delicadamente perfumada, la nutre y su aroma se prolonga a lo largo del día.
Una ilusión de inocencia, un frescor translúcido de floristería que resalta lo lujoso del nardo, unas notas alcanforadas que se unen al confort lácteo y se revelan aún más con el almizcle blanco para transmitir una extrema sensualidad.
Un contenido dispensado en un envase inspirado estéticamente en el arte conceptual y el diseño modernista del siglo XX. Un cilindro negro de plástico de polietileno bastante sencillo pero muy cautivador, que además cuenta con un tapón de color negro para conservar correctamente hasta la última gota de este producto y evitar derrames. Podrás transportar o ubicar tu nuevo producto en donde desees gracias a su tamaño.
Esta casa de perfumes nace en el año 2000 cuando su fundador Frédéric Malle decide devolver el antiguo esplendor al arte perfumista, además de fragancias también se han elaborado otros tipos de tratamientos que ayudan a complementar tu ritual de belleza. La idea es guiar a sus perfumistas y brindarles total libertad al momento de crear perfumes sin límites de ningún tipo. Frédéric Malle cuenta con más de 30 años de experiencia en este mundo y ofrece la oportunidad a los demás perfumistas de superarse a través de cada creación para obtener una obra maestra con cada perfume y como resultado se tiene un abanico de perfumes repleto de diferentes personalidades y estilos.
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