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Impuestos incluidos
Es un aria cantada por Teresa Berganza en el escenario de la Ópera de París.
Es potente, vertiginoso. Es cualquier cosa menos razonable. Es como una joya que viste el cuello de una mujer.
Rouge te transporta. Bajo una mirada apasionada, se desmaya con éxtasis y florece hasta que su cáliz abierto nos besa con sus labios y destila el néctar supremo.
La sensualidad de sus cálidas notas especiadas se deslizan sobre su descarado corazón rojo, galvanizadas por la profunda seducción de las maderas exóticas y el misterioso vetiver. Es un amor a primera vista.
Creado por Dora Baghriche.
El diseño del frasco de los perfumes de La Bouche Rouge se inspiró en sus otros objetos icónicos: hermosos, elegantes, funcionales y responsables. Un placer para los que se cruzan con ella. El resultado es una botella recargable de 100ml cubierta con un spray giratorio, alojada en un estuche de cuero completamente hecho a mano.
El cuero, al igual que para la línea de maquillaje, proviene de las prestigiosas Tanneries de Puy, y está certificada por el sello ‘entreprise du patrimoine vivant’. Completa el frasco, viniendo en 5 colores cuidadosamente elegidos para ilustrar el nombre y la personalidad de cada fragancia.
Por primera vez en 50 años, La Bouche Rouge le pidió a un vidriero que abandonara sus hábitos existentes en la búsqueda del desperdicio cero.
La Bouche Rouge está poniendo fin a esta locura derrochadora para el siglo XXI.
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