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Dentro de la Crown Collection de Clive Christian se encuentra una fragancia característica por su elegancia y exquisito aroma, se trata de la colonia Matsukita, la que fue lanzada por primera vez en el año 1892 y que hace honores a su procedencia única en la Crown Perfumery Company, que suele reinventar perfumes claves pertenecientes a un gran repertorio histórico. Matsukita es un perfume bastante sutil que nace de la inspiración de una legendaria princesa japonesa que asombró a la corte victoriana con su elegancia. La corte quedó verdaderamente asombrada con tal elegancia y esta casa de perfumes quiso, con este perfume, capturar una gracia mística usando los ingredientes más finos de la alta perfumería para evocar un paso memorable.
Una misteriosa y exótica fragancia que se recreó en el año 2021 por Clive Christian abre con notas de bergamota verde uniéndose sofisticadamente a la pimienta rosa chispeante y a la nuez moscada picante para crear una salida fresca y vigorizante que se mezcla con un corazón floral y ahumado de jazmín imperial chino y té mate para finalizar con notas amaderadas de jazmín sambac y aceite de guayaco mientras que el rico ámbar, el absoluto de bálsamo de abeto y los almizcles susurrantes forman una base sensual y cálida.
Embotellada a la perfección en un exótico frasco de color rojo bastante llamativo pero elegante gracias a sus perfectas líneas y una tapa dorada simulando una corona para conservar correctamente hasta la última gota de esta fragancia y que además de dejar un aroma en tu piel decorará cualquier parte de tu habitación.
Clive Christian Perfume es una perfumería británica independiente líder en el mercado, cuyo objetivo es crear los mejores perfumes del mundo. La predecesora de la marca, la Crown Perfumery Company, fundada en 1872, es la única casa que ha obtenido permiso para utilizar la corona de la reina Victoria en sus frascos. Una imagen que define cada frasco de esta marca hasta el día de hoy.
En el año 1999 Clive Christian adquirió la perfumería Crown en Londres que obtuvo su nombre gracias a la Reina Victoria, usando de igual manera su nombre y su corona como símbolo de calidad y excelencia. La formulación clásica de Clive Christian le ayudó a crear un nuevo nivel en la alta perfumería, por esto era la favorita de la reina y que nace de necesidad de las damas de la sociedad victoriana de utilizar aromas revitalizantes que les permitieran aguantar los corsets y ropajes utilizados en la época. Inicialmente, se usaban sales de amoníaco, que olían muy mal, y fue precisamente el hijo de un fabricante de corsets quien tuvo la idea de crear una fragancia revitalizante, pero que oliese bien, lo que trajo como resultado un éxito instantáneo.
Debido al posicionamiento en la corte por parte de la Reina, esta empresa tuvo acceso a todas las rutas comerciales con los perfumes, permitiéndole utilizar los ingredientes naturales más extraños, puros y costosos que se podían usar en perfumería. Las primeras creaciones de esta casa de perfumes se vendían a bordo del Titanic.
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