

0
Impuestos incluidos
El inmenso satélite de Júpiter no solo inspiró el nombre de nuestro perfume, sino que también se sabe que está lleno de cráteres y tiene un océano subterráneo más grande que todos los océanos de la tierra juntos.
Los creadores del perfume, Marc-Antoine Barrois y Quentin Bisch, lo han imaginado aquí en un mundo con una atmósfera rebosante de increíbles notas aromáticas que se vuelven combustibles: su cielo brilla con la espiga agria de la mandarina y las santas fumarolas del incienso y la mirra. Es un planeta cubierto de cálidas dunas aterciopeladas donde la flor perenne especiada y acaramelada es preponderante. El corazón ardiente de esta fragancia nos recuerda que los dioses le dieron vida eterna a Ganymede para que su belleza nunca se desvaneciera. Escondido, debajo de este corazón, encontramos una preciosas notas de cuero salvaje. Este precioso extracto es sofisticado a la vez que sensual.
El sonido de las olas en la distancia. El viento barriendo un campo lleno de flores. El sol se levanta en el horizonte y calienta el aroma especiado, casi almibarado, de estas flores. Las olas acarician la duna.
El viento levanta la arena en ráfagas cálidas, coriáceas y embriagadoras: ¿incienso, mirra? Los granos de arena están girando, incandescentes. La roca se enrojece, el Akigalawood y la mandarina aportan minerales y frescura. El aire se vuelve... cautivador.
Los perfumes MARC-ANTOINE BARROIS son el resultado de la amistad entre el modisto y director artístico francés Marc-Antoine Barrois y el perfumista Quentin Bisch. Desde 2016, su vínculo creativo ha dado lugar a perfumes excepcionales con una firma única y memorable. La exquisita calidad de estas fragancias ofrecen una permanencia en piel y una estela notables.
Todos los perfumes son 100% fabricados en Francia.
Su agradecimiento a la reseña no pudo ser enviado
Reportar comentario
Reporte enviado
Su reporte no pudo ser enviado
Escribe tu comentario
Comentario enviado
El comentario no pudo ser enviado
check_circle
check_circle